La depilación láser es un procedimiento de destrucción del pelo, de forma permanente, gracias al uso de una fuente de luz que permite realizarse en cualquier zona que tenga pelo. Esa fuente de luz está diseñada para que se produzca un calentamiento selectivo del folículo piloso, preservando intactas el resto de las estructuras de la piel.
La sesión se realiza con protección ocular, por lo que el doctor le suministrará unas gafas que deberá llevar puestas hasta que el láser deje de funcionar. Si bien el láser tiene un sistema de enfriamiento antes de cada disparo que mitiga el dolor, en algunos casos puede ser aconsejable la aplicación de crema anestésica una hora antes de la sesión.
Para realizar la depilación láser, la técnica utilizada es el láser Nd: YAG o luz pulsada IPL.