¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una erupción facial inflamatoria y crónica que puede llegar a tener gran componente emocional.
Es fácilmente reconocible ya que se trata de lesiones muy visibles que suelen afectar a la parte central de la cara presentando una gran variedad clínica, ya que existen 4 subtipos que van desde eritema (enrojecimiento), telangiectasias (pequeñas venitas) a lesiones papulo-pustulosas dolorosas que se acompañan de sensación de ardor o punzadas.
Es más frecuente en personas de piel clara, a partir de 30 años, y sabemos que el sol, las temperaturas extremas (muy cálidas o muy frías), el viento, los alimentos picantes, el alcohol, las emociones,algunas medicaciones y el empleo de cosméticos inadecuadosempeoran o desencadenan la enfermedad.
¿Cómo tratar la rosácea?
Antes de someter al paciente a cualquier tratamiento, el dermatólogo ha de evaluar que procedimiento será más eficaz.
Cuando el enrojecimiento facial es permanente y las venitas de la cara son persistentes, esto es lo que denominamos couperosis. Así mismo, cuando el paciente tiene lesiones inflamatorias (granos o pápulo-pústulas) de forma habitual, el dermatólogo puede aconsejar untratamiento de antibióticos orales o tópicos, o isotretinoína. Este último es el más eficaz para la rosácea.
En cuanto a tratamiento físico, una alternativa excelente, son los láseres vasculares; bien para complementar el tratamiento con fármacos y obtener resultados más rápidos y más satisfactorios, o como terapia única. El láser Nd: YAG o la luz pulsada IPL consiguen mejorar notablemente la llamada couperosis y hacen que desaparezcan las venitas permanentes del rostro (telangiectasias), reducen el número de pápulas y pústulas y alargan la remisión de los síntomas, proporcionando resultados visibles y satisfactorios en pocas sesiones.