Actualmente, la tendencia de la medicina dermatológica estética es realizar tratamientos sutiles que consiguen embellecer, rejuvenecer y dar tersura al rostro delicadamente, sin que el paciente necesite técnicas agresivas que le impidan realizar su vida cotidiana.
Dentro de estos tratamientos, el peeling químico superficial, la eliminación de manchas solares mediante láser o las infiltraciones de ácido hialurónico son tres de los más efectivos y más recomendados en la época otoñal; como puesta a punto de la piel, dañada por el sol del verano.
Peeling químico
Un peeling es un tratamiento que sirve para conseguir una piel más lisa y más uniforme y ello se obtiene a partir de substancias químicas que destruyen la piel. Un peeling puede mejorar el aspecto de la piel dañada por el sol, cicatrices provocadas por el acné, aclarar manchas, atenuar arrugas finas, poros abiertos, y rugosidades.
El peeling químico superficial se realiza, fundamentalmente, con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico, ácido láctico, ácido pirúvico) ácido salicílico o ácido tricloroacético. Lo ideal del procedimiento de peeling superficial es hacer 3-4 sesiones , lo que equivaldría a un peeling medio, pero sin los inconvenientes.
Para la realización del peeling se precisa una preparación de la piel. Esta fase es necesaria para tener una mejor tolerancia al peeling y conseguir un mejor resultado. En este periodo previo al peeling químico, el dermatólogo le recetará una crema especial previa al tratamiento que debe aplicarse como mínimo quince días antes del procedimiento.
Ya en consulta, se limpia bien la piel; después se aplica una substancia desengrasante; a continuación se protegen las zonas más sensibles. Sobre los ojos se colocan discos de algodón y en región de las alas nasales y alrededor de la boca se pone vaselina.
Mediante un pincel, gasas o bastoncillos de algodón se aplica el producto que permanecerá en la cara el tiempo que considere el dermatólogo, en función de la sustancia empleada y las características de la piel del paciente. Así, una vez que ha pasado el tiempo suficiente, el producto se neutraliza o se mantiene. Después, se finaliza la sesión con la aplicación de crema hidratante y reepitelizante.
La sensación, en ocasiones, puede ser de picor, ardor o calor que remite en muy pocos minutos. Tras el procedimiento, la piel puede quedar algo enrojecida, remitiendo en pocas horas si se trata de un peeling superficial.
Eliminación de manchas solares
Para tratar estas manchas una técnica eficaz y segura es el láser de Nd: YAG de pulso corto. La energía se emite en solo 6 nanosegundos; la diana es la melanina y esta es destruida selectivamente, sin dañar la piel de alrededor, siendo sus fragmentos eliminados por el sistema inmunitario.
El tratamiento para hacer desaparecer estas manchas debería estar exclusivamente en manos de dermatólogos, ya que es importantísimo saber diferenciar entre una lesión pigmentada benigna y otra maligna, puesto que estas últimas jamás deben ser tratadas con este tipo de láser.
No se debe hacer el tratamiento si hay heridas, herpes o cualquier otro tipo de infección. Además, se debe tener muy en cuenta el fototipo del paciente y, como ya se ha dicho, el tipo de mancha. El paciente con melasma debe ser evaluado cuidadosamente y seleccionar otro tipo de terapia.
El tratamiento, muy poco molesto, es eficaz en una o dos sesiones y los resultados son apreciables desde la primera sesión. Tras el procedimiento es habitual la aparición de una púrpura. Pasadas 24 a 48 horas, se forma una fina costra que suele desaparecer entre 7 o 10 días después.
No se aconseja tomar el sol en las 2- 4 semanas siguientes.
Ácido hialurónico
La técnica consiste en pequeñas infiltraciones en los puntos a tratar. Es mínimamente invasivo, sencillo, no es molesto y permite ver el resultado inmediatamente e incorporarse a la vida diaria una vez que se sale de la consulta del dermatólogo estético.
El tratamiento con ácido hialurónico aporta tersura, volumen e hidratación y suaviza arrugas más o menos marcadas en el rostro, consiguiendo un aspecto más rejuvenecido y saludable.
En cuanto a las sesiones necesarias, dependerá de cada paciente, aunque cabe señalar que con una sesión se consiguen resultados visibles. Además, los efectos de las infiltraciones van mejorando meses después de la sesión puesto que el ácido hialurónico estimula la proliferación de fibroblastos , aumenta el espesor de la dermis, retiene agua y es biodegradable.
El ácido hialurónico debe ser colocado por médicos con formación en técnicas de inyección de implantes, puesto que la precisión de la infiltración es fundamental para que el tratamiento tenga un resultado satisfactorio.